Monday, December 04, 2006

zeh argentinische audiofloggen!! (IV)

hoy: miii? aryentinian?

sí, soy una traidora a la patria.

primero, no me gusta el asado. mirá que lo intenté, mil veces, pero no puedo pasar de un choripancito ocasional. y ni siquiera...

después, hay cosas de "la argentinidad" que me dan mucho pudor, por no decir vergüenza. todo ese marco teórico gigantesco incluido en el paradigma de la viveza criolla, el "cómo lo arreglamos?", la forma de manejar que me exaspera, las gesticulaciones grandilocuentes, el "este país no se arregla hasta que venga alguien que.." (...cumpla las funciones de padre totémico y nos saque la sensación de ser niñitos maltratados y abandonados), la búsqueda de la salvación a cualquier costo, la queja permanente simultánea a la actitud de ovejita que se deja llevar por la nariz a cualquier lado... y podría seguir y seguir, pero este blog no es para eso.

y, finalmente, la música. no es que no me guste, simplemente me cuesta un poco conectarme con ella. y eso me acompleja un poco mucho...

los primeros dos o tres años de mi vida me la pasé durmiendo en camas armadas con sillas en el medio de peñas improvisadas en las casas de los amigos salteños de mis viejos, y la primera tapa de un disco (de vinilo, claro) de la que tengo algún recuerdo es la de mujeres argentinas, de la negra sosa. pero en cuanto tuve voluntad de elegir la música que quería escuchar, el castellano fue cajoneado obscenamente. mientras mis compañeros de la primaria sacudían los pelos con tirá para arriba o pronta entrega o te hacen falta vitaminas, yo aprendía inglés (de verdad, no como me lo enseñaban en el colegio) escuchando a duran duran o a madonna. y cuando empecé a darme cuenta que cantar con gente que me escuchara estaba de lo más bueno, ni me fijé en buscar canciones en castellano. el inglés era más que obvio, y después de un tiempo se sumó el portugués. y hoy en día ya tengo la cara tan dura que a veces me pongo a cantar rammstein o die toten hosen sin entender casi nada de lo que digo...

con los años y las ganas de investigar y de no sentirme tan turista en mi país, le fui dando un poco más de bola a la música nacional. descubrí joyitas como kamikaze o parte de la religión o giros o canción animal, y me di cuenta que lo que me había pasado era que no había encontrado antes la música adecuada. me metí mucho más a ver qué onda con say no more (por una cuestión muy pianística) y spinetta (porque su voz tiene una altura genial para una chica) y me saqué el sombrero mil veces, entre lágrimas de admiración; canté a gritos y me morí de risa en pogos de catupecu y de los kuryaki, tuve la suerte de ver a los natas cuando recién empezaban (los vi en la negra, en el sucucho que estaba al costado de las pistas..... qué lugar, nene, qué lugarrrr), y a babasónicos cuando presentaban trance zomba; siendo preadolescente vi el primer show que dio martín carrizo en su vida (éramos amigos de la playa, jej) y de bastante más grande babeé como una idiota mientras compartía una pizza con antonio birabent (que era amigo del ex de una amiga)... pero, de cantar, ni hablar. definitivamente no me siento cómoda cantando en castellano. de hecho, las veces que pensé en componer, las cosas salían irremediablemente en inglés. meh. ¬¬

pero como todo tiene un final, todo termina (o all things must pass, lo que mejor me suene en el momento), y este blog sirve, antes que nada, para experimentar, decidí que el estigma de turista me lo iba a sacar a golpes de piano y voz. y aranqué con un temita bastante nuevo, que me encantó desde el minuto cero. está bien, debo admitir que lo primero que me pasó por la cabeza cuando lo escuché fue: "qué tema taaaaan mc cartney...!", y creo que eso fue lo que me enganchó. pero bueh, al final eso es anecdótico. el tema está muy bueno, simplemente eso. y canciones como ésta me traen como un poquito de amor por haber nacido en buenos aires, aunque tenga sangre castellana y mallorquina y francesa e italiana y un poco de árabe y otro poco de vasca y no sé cuántas mezclas más. porque sangre sajona no tengo ni un poquito, aunque los ojos claros y el pelo rubio que tengo escondido debajo de la tintura oscura intenten demostrar lo contrario.

yo, argentina? y, no sé.... pero con temas como crimen, de gustavo cerati, parece que sí. (clickée en el título y escuche mientras se pone la celeste y blanca, amiguete)


7 comments:

numaleon said...

Yo creo que todas las culturas o países sufren de estas particularidades. La Argentina mucho más, en algunos casos.

Esa música... un problema.

Anonymous said...

A mi me pasó algo muy parecido, salvo que no soy músico,hace unos años estoy asimilando mas el rock argentino. Escuchaste Artaud de Pescado?? No lo nombrás en tu lista de joyitas...

Anonymous said...

a mi me pasa muy parecido, es como si le tuviera alergia a la musica en mi idioma... con soda y con sui generis la estoy superando...

me gusto muchisimo tu versión!!!

la proxima podría ser un temita todo tuyo en lugar de un cover? ;)

besos

Anonymous said...

También a mí me pasa que me gusta más la música en otros idiomas...

Pero no veo cuál es el problema.

De hecho, no le veo nada bueno al hecho de decir que algo te gusta "porque es de tu país/raiz"... es un nacionalismo chato, ya que no se evalúan méritos, sino xenofobia y prejuicio.

"ah! Pero son tus raíces! ES tu cultura!!". Si y no (como con casi todas las cosas).. por un lado es, y tengo muchas cosas gracias a ellos, y por otras me siento más ajeno que un japonés con gorro guaraní.

Pero para no irme tanto, respecto a la música... Creo que el inglés tiene esa "sonoridad" tan distinta que, pese a ser más duro y tosco en su hablar, encaja mejor con las melodías que los lenguajes de raíz latina, que son más "musicales" al hablarse. Tal vez es por eso, se "satura" la musicalidad :P

Además, en general, en los idiomas de raíces sajonas, en la voz es primordial la melodía, y se acomodan las palabras y letras después. Acá se hace mucha poesía, y que con la melodía pase lo que tenga que ser... y cuando escucho música, prefiero música, no poesía.

Además, por ejemplo, el mismo Spineta reconoció que cuando tararea sobre algo suyo para empezar a componer la melodía, lo hace en inglés. Y al flaco le creo en eso :P

Aún así, hay muchas cosas que me encantan argentinas, como muchas cosas de el "no primer" Soda, Charly, los primeros 4 discos de la Bersuit, y otras cosas que son muchas para listarlas.

Pero mi corazón musical, habla en inglés.

Anonymous said...

Yo opino, total..:A mi siempre me gusto el rock en ingles (y eso que no soy un avion en entenderlo)pero del nacional casi nada; es que los argentinos copian de afuera. Nunca un argentino va a tocar blues como un muchacho del misisipi, Los Ratones, nunca como los Rolling, Calamaro esta lejos de ser Bob Dylan, los Babasonicos nunca van a ser Beck y asi. Una musica que es la sombra de otra es una cagada; es triste pero es asi. Claro que lo quiero ver a James Brown tocando una chacarera!. o a Bob Dylan haciendo una zamba.Hace poco vi a unos Japoneses haciendo carnavalitos!:Patetico!,eso si ,todos les decian que "lindo lo suyo"!. En fin, aguante la fusion.

Anonymous said...

Pero Divididos deja bien parado a este país no? :D

A mi no me molesta la música de acá, a mi me molesta que todos se copien de todos. Una vez alguien quizo hacer "rocanrol" y cieeeentos de pibitos tb quisieron. Una vez alguien quizo hacerse el pro con su guitarrita en mano y nada más, y luego vinieron otros tantos.

Como que no hay creación, por ende no hay escencia.

Y más que odiar la música en castellano, detesto! que las doblen!!

Y si, que buena banda que era IKV!!!




PD: Hola, como están tanto tiempo? :P

Fender said...

Yo tengo un problema, que no puede atribuirse a mi edad: No me gusta nada, casi, de los ochentas.
Los setenta en Argentina fueron algo demasiado grosso para este pobre país. De cómo (de)caímos en la fiebre rolinga, no sé.

Igual, te puedo acercar algunos clásicos de rock nacional dignos de respeto.

Y te recomiendo a Panza , para que veas que el problema es el medio, no la falta de artistas.

Sobre lo que dice Cartapacius, estoy en total desacuerdo: el problema lo lleva la industria a los artistas, que tienen que comer. Aca hubo genios, que de vivir en otro lado hubiesen estado entre los mejores.
El Flaco no tiene casi parangón mundial. Pappo podía subirse a cualquier escenario y ser totalmente eficaz. Charly (cuando era Charly) hubiese dejado jadeando a un Quincy Jones. Esas bestias eran outsiders, el glam les importaba un joraca.
Los que hoy viven de la música, la usan para otra cosa, más parecida a la carrera de las ratas.

Marian, sobre tu propuesta de "juntada", lo veo complicado porque estoy viviendo en Catamarca.
En algún momento entre este mes y el otro estaré en BA, pero solo Eru sabe.