en una entrevista que leí hace mucho tiempo (y que estoy buscando para poder quotearla, aunque sin éxito), tori amos decía algo como que, cuando tenés 7, 8 o 9 años, tenés todo muchísimo más claro que cuando tenés 15 o 16. y ni hablar de cuando tenés 20 o 25.
pensando en cómo armar este entry, no pude evitar acordarme de eso...
esta es la historia de dos chicas que no podían ser más diferentes. una rubia, la otra morocha; una requete tana, la otra galleguísima; una descollaba en todos los exámenes de matemática existentes y por existir, la otra se la pasaba pidiendo por favor para actuar o tocar o cantar en las obras del colegio.
sin embargo, tenían un par de cosas en común. estaban a dos o tres apellidos de distancia en la lista, y las dos habían nacido un día 28, con un mes de diferencia (y un año nuevo en el medio).
por alguna razón mágica, se hicieron amigas, allá por segundo o tercer grado. un tiempo después, se dieron cuenta de que la música también las unía. y cuando les empezó a tocar la explosión hormonal, la vía de escape fue, justamente, la música. escuchándola, practicándola, y dejando que las fantasías volaran con muchísimo descaro, con respecto a la música y con respecto a ciertas gentes que ejecutaban ciertas músicas y tocaban ciertos instrumentos de cuatro cuerdas y mástiles largos, y que, para sus ojos de chicas de 12 años, estaban más buenos que un kilo de helado de chocolate suizo.
la vida siguió, aunque cambió un poco. la morocha que descollaba en matemática siguió descollando cada vez más (y ahora también en física y química), y la rubia que adoraba el teatro y la música se puso a estudiar en serio; una de ellas cambió de colegio casi cuando estaban terminando la secundaria, y las distancias se agrandaron un poco. después vino la universidad, la morocha se fue a estados unidos a seguir descollando, y la rubia estudió, estudió y estudió, pasó por conservatorios de teatro, escuelas de comedia musical, universidades artísticas, bandas, clases de canto, clases de instrumento.... y dejó de ser rubia.
hace un tiempito así de corto se volvieron a poner en contacto. hace dieciseis años que no tenían noticias una de la otra.
y hoy, 28 de diciembre, la morocha cumple años. y la ex-rubia sabe que le falta un mes exacto para el suyo.
vero, nena, esto es para vos.
porque siempre me pregunto qué hubiera sido de mí si no se te hubiera ocurrido decirme "escuchaste alguna vez esto?". todo lo que vino después, toooooooodo, fue consecuencia de las músicas que escuché por primera vez en tu casa. y esas primeras veces fueron momentos de iluminación, de tener todo terriblemente claro, de sentir que hacer música era lo que quería hacer de mi vida, aunque me diera terror, y aunque mi psiquis (que a los 12 ya estaba bastante baqueteada) me llevara a postergar y dar vueltas y vueltas por años.... para volver, finalmente, a esa primera certeza.
por suerte, sé que hay cosas que no cambiaron. que tu adoración por la ciencia es equivalente a mi adoración por el arte, es algo que doy por sentado. que cuando finalmente nos veamos nos vamos a empezar a acordar de cosas terroríficamente hilarantes, también. y que jt sigue tan bueno como siempre, aunque tenga 46, bueh.... eso es más que obvio (lo que grité el año pasado en el show de duran duran no tiene nombreeeeee.....).
y porque con esta historia cortita nos hemos transformado en chicas de película, acá va girls on film, para vos.
feliz cumpleaños, vero!!!!
pensando en cómo armar este entry, no pude evitar acordarme de eso...
esta es la historia de dos chicas que no podían ser más diferentes. una rubia, la otra morocha; una requete tana, la otra galleguísima; una descollaba en todos los exámenes de matemática existentes y por existir, la otra se la pasaba pidiendo por favor para actuar o tocar o cantar en las obras del colegio.
sin embargo, tenían un par de cosas en común. estaban a dos o tres apellidos de distancia en la lista, y las dos habían nacido un día 28, con un mes de diferencia (y un año nuevo en el medio).
por alguna razón mágica, se hicieron amigas, allá por segundo o tercer grado. un tiempo después, se dieron cuenta de que la música también las unía. y cuando les empezó a tocar la explosión hormonal, la vía de escape fue, justamente, la música. escuchándola, practicándola, y dejando que las fantasías volaran con muchísimo descaro, con respecto a la música y con respecto a ciertas gentes que ejecutaban ciertas músicas y tocaban ciertos instrumentos de cuatro cuerdas y mástiles largos, y que, para sus ojos de chicas de 12 años, estaban más buenos que un kilo de helado de chocolate suizo.
la vida siguió, aunque cambió un poco. la morocha que descollaba en matemática siguió descollando cada vez más (y ahora también en física y química), y la rubia que adoraba el teatro y la música se puso a estudiar en serio; una de ellas cambió de colegio casi cuando estaban terminando la secundaria, y las distancias se agrandaron un poco. después vino la universidad, la morocha se fue a estados unidos a seguir descollando, y la rubia estudió, estudió y estudió, pasó por conservatorios de teatro, escuelas de comedia musical, universidades artísticas, bandas, clases de canto, clases de instrumento.... y dejó de ser rubia.
hace un tiempito así de corto se volvieron a poner en contacto. hace dieciseis años que no tenían noticias una de la otra.
y hoy, 28 de diciembre, la morocha cumple años. y la ex-rubia sabe que le falta un mes exacto para el suyo.
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vero, nena, esto es para vos.
porque siempre me pregunto qué hubiera sido de mí si no se te hubiera ocurrido decirme "escuchaste alguna vez esto?". todo lo que vino después, toooooooodo, fue consecuencia de las músicas que escuché por primera vez en tu casa. y esas primeras veces fueron momentos de iluminación, de tener todo terriblemente claro, de sentir que hacer música era lo que quería hacer de mi vida, aunque me diera terror, y aunque mi psiquis (que a los 12 ya estaba bastante baqueteada) me llevara a postergar y dar vueltas y vueltas por años.... para volver, finalmente, a esa primera certeza.
por suerte, sé que hay cosas que no cambiaron. que tu adoración por la ciencia es equivalente a mi adoración por el arte, es algo que doy por sentado. que cuando finalmente nos veamos nos vamos a empezar a acordar de cosas terroríficamente hilarantes, también. y que jt sigue tan bueno como siempre, aunque tenga 46, bueh.... eso es más que obvio (lo que grité el año pasado en el show de duran duran no tiene nombreeeeee.....).
y porque con esta historia cortita nos hemos transformado en chicas de película, acá va girls on film, para vos.
feliz cumpleaños, vero!!!!
7 comments:
Ah! Haceme llorar, querés?
Gracias. Me encantó la sorpresa.
Las cosas que se me vienen a la memoria...
Que bueno!!! Claro, Duran Duran también me trae muchisimos recuerdos.
Ese show fue increible, un temazo atras de otro, lastima que no tocaron New Moon On Monday.
Es culpa de las cervezas de más o me parece que le diste un ritmo bastante bossa nova? Tene en cuenta que son las cuatro menos cuarto y recien llego a casa...
Beso!!!
Falta un 28 en esta historia
que copado, pensar que estuve todo el día tarareando girls on film en mi auto
Seee aguante Duran! Lo realmente inexplicable es que me gustaron mas cuando vinieron en el 93 (y esoq el show fue mas tranki y acustico!)
Muy bueno tu relato.
Otro tema: la hinchada pide cover de 'Please forgive me' de David Gray!
Besos :)
LU!!!!! QUE LO TIRÓ DE LAS PATAS!!!!
bueno amigos, les cuento que luciana es la tercera pata de esta historia..... y mirá qué casualidad, fedx, el tema que me hace acordar a lu es, justamente, "new moon on monday"...
tengo que grabar algo al respecto. no puedo creer que me reencontré con mis dos amigas del colegio. posta, no lo puedo creer.
i want my internet back!!!!!!
Marian, hable con Luciana el 28, ella se fue de vacaciones ayer y vuelve el 15. Vas a estar por estos pagos? Asi nos juntamos! Las tres! O causaremos un apocalipse?
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