por acá es -oficial y felizmente- soda y police.
pero parece que también se le están prendiendo velitas sudamericanas al san progresivo-setentoso-misteriosamente-devenido-pop-aspen para que ellos también se animen al down under no angloparlante.
sólo basta chusmear un poco sus foros... van a ver que hay campaña y todo. todo vuelve. bandas que, como police, dieron media vuelta en la cima de su éxito. bandas que, como soda, cerraron el candado cuando sintieron que no daba para más, y se les empezaba a notar en el sonido. y ellos, los de la foto de ahí arriba, que fueron y vinieron y se reinventaron unas cuantas veces, con diferentes resultados.
para ser sincera, yo no soy una gran conocedora de
genesis. pero debo admitir que escuchar temas de la época de peter gabriel (de cuya carrera solista sí soy bastante más fan) y confrontarlos con los de la época de phil collins (quien me parece un baterista de la recontra ostia.... pero no sé si mucho más que eso) me da como un ligero escozor. es como que un grandísimo actor de teatro shakespeariano o brechtiano o lorquiano (o cualquier grande) hubiera decidido transformarse en galán de telenovelas. seguro que su "arte" va a llegar a más gente, seguro que será más conocido y admirado, seguro que nunca más se morirá de hambre, pero.... a cambio de qué?
a veces me pregunto qué cosas llevan a un músico a dar un giro tan violento en su carrera; más allá de que, desde que collins se hizo cargo, hubo como una especie de transición. gracias a dios,
and then there were three no puede compararse a
we can't dance. pero, por otro lado, ninguno de los dos discos podrían compararse, ni en un millón de años, a -ponele-
selling england by the pound. opiniones como estas me han traído aparejadas discusiones de lo más divertidas con mi muchacho, que disfruta sacudiendo los pelos con
jesus he knows me, mientras que, cuando esto sucede, yo sólo puedo acordarme del capítulo de
american psycho dedicado al review de
invisible touch (entre descripciones de cuerpos horriblemente mutilados y comidas en restaurantes caros y cataratas de marcas de ropa.... ah, cómo amo ese libro...
:P).
y también me pregunto qué era lo que ese músico -el del giro violento- quería originalmente. banks y rutherford (que, al fin y al cabo, son los que están ahi desde el vamos) son los del piano in-cre-í-ble de
firth of fifth, o son los de la baladita liiindu de
hold on my heart? o son las dos cosas? o primero quisieron una y, cuando se cansaron, prefirieron la otra? será la edad? será la cabeza quemada por el
ultimate progressive?
parece que, en el
setlist, los tipos cierran el concierto con
i can't dance (aunque por suerte inmediatamente después se rescatan con
the carpet crawlers). no sé, me pongo en los zapatos de un fan de genesis de la primera hora que los va a ver por primera vez en su hipotética gira sudamericana y creo que me agarraría una cierta indignación... o tal vez es simplemente que yo disfruto siendo una frigging snob. repito, no sé.
***
y como todo tiene que ver con todo, toda esta chorrera de opinión fue un pretexto para venir a postear aquí un "genesis de transición". justo de cuando gabriel y hackett dijeron:
al caraho! y se fueron a regar las macetas de sus respectivas carreras solistas. tema recomendado por el gran
ocalopez, y, nuevamente, un hallazgo (sé que lo había escuchado alguna vez, pero nunca hubiera pensado en versionarlo).
del disco
and then there were three, de 1978,
many too many. y no, no lo están tocando en este tour. lástima...