guárdate de los idus de marzo....

en diciembre decía que, hasta marzo, iba a andar escasa de felicidad. para ser sincera, debo admitir que me equivoqué.

es verdad que fueron meses de extrañamiento y espera terribles, y de ver pasar los días muuuuuuuy lentamente. pero también es verdad que finalmente el tiempo pasó, que mi muchacho vuelve este fin de semana, que volví a ver amigas que hacía siglos que no veía, que pasé unos días geniales en hippieland con mi prima melliza, que mi tesis finalmente está asomando su enredada cabecita, después de un letargo que pensé que iba a ser definitivo....

...y, last but not least, que tengo este lugar al que cada día quiero más, que anda por los seis meses de vida y sigue creciendo y creciendo. si suena demagógico, francamente me importa muy poco. sólo tengo palabras de agradecimiento para la muchachada que pasa por acá....




desde mi infancia, marzo siempre fue el mes depresivo, porque -como a felipe- me empezaban las clases. y después, marzo pasó a ser el mes del caos, cuando todo el mundo vuelve a arrancar el laburo y hay que acomodar treinta y pico de cronogramas enloquecidos en un par de horas diarias, y es empezar a volar de un lado al otro, y volver al tránsito, al cansancio, a dormir poco...

pero este año no. mire donde mire, se respiran futuros prometedores.

todo este tiempo de espera valió la pena, cada minuto. creo que, cuando lo vea en retrospectiva, este va a ser de esos veranos para recordar, esos que, como decía mi profesora de antropología, son parte de "un ritual de pasaje".

un verano iniciático.

y como todos los momentos importantes de la vida tienen que tener un soundtrack que los acompañe, me puse a pensar cuál había sido, para mí, el tema de este verano.

a esta altura del partido todos sabemos que el asunto del tema del verano ha caido en las redes implacables del marketing, así que, como primera medida, descarté de plano las clavadas de sombrilla y los bombones asesinos. el tema del verano lo elige uno, carajomierda. tiene que ver con vivencias propias, con recuerdos abrochados a sonidos, pegoteados, encastrados, incrustados sin posibilidad de liberación. con, mucho tiempo después, escuchar el tema elegido y transportarte inevitablemente a esos momentos...

mi tema del verano es un tema viejíiiiiiiiiiisimo, que casualmente apareció en dos soundtracks de pelis que vi en estos meses, y que tratan de chicas con mucha plata, mucho tiempo disponible, y muy poco amor. hay varias versiones, pero mi preferida sigue siendo la de bow wow wow, una banda ochentosa, muy bubblegum pero con muchísima onda (no puedo evitarlo... las bandas con buenos bateristas me pueden. sí sí...). y ahora parece que melanie c., la ex spice girl, está usando esta cancioncita como soundtrack de su coming out. jah! nunca es tarde, melanie.... lástima que te lo tomes tan mediáticamente.

en fin, nada. el tema es i want candy (clickée y escuche, amiguete), y por primera vez me mandé a laburar con loops, aunque creo que me metí, de nuevo, en un lío. como le decía anoche al keyser, yo soy demasiado unplugged para semejante laburo de edición y mezcla. el resultado final me suena a una mezcla de walk like an egyptian, faith y the inner light. con el agregado de eso que todos conocen como twinkle twinkle little star (o, si sos fan hardcore de sesame street, el ei-bi-ci-di-i-ef-yi) pero que pocos saben que, en realidad, es una obra para piano, que se llama ah! vous dirais-je, maman, y que fue compuesta por mozart.

fue divertido.... pero limé. como nunca. :P






y, para ustedes, cuál es el tema del verano? de éste o de otro, de cualquier verano. ese que te transporta, o que te emociona, o que te hace morir de risa cuando te acordás de.... eso.

cuenten, bee-hatches!!!! que me encanta leer historias..... :D