ambivalencia.

creo que alguna vez les conté que mi vínculo emocional con la música en castellano es bastante complejo.

y si tengo que ponerme a pensar en la plana mayor del rock nacional, la cosa se enreda aún más. y no precisamente para mejor.

el único que se salva es spinetta.... tal vez sea porque es acuariano, y que los nacidos bajo urano solemos tener un sentimiento de hermandad cósmica que nos permite perdonarnos (casi) todo a nosotros mismos. o tal vez sea porque, simplemente, es el más grande de todos. la cuestión es que, con los demás, suelo saltar del amor al odio, y del desprecio y a la admiración, ida y vuelta, como poodle de circo. algunos tiran más para el lado de la admiración, y otros para el lado de la cara de asco. pero, al fin y al cabo, no hay nada unilateral en esta actitud.

por el hecho de tocar el piano -supongo-, los primeros que están en esta lista de pelotitas de ping pong emcocionales, zarandeadas por el más diestro de los jugadores chinos, son, por supuesto, say no more y fito páez. los veo tirándose de novenos pisos o quejándose porque tienen que escaparse de los fans, y me da ganas de cachetearlos un rato, hasta que se les pase la estupidez. o de meterlos en un estudio, hasta que se pongan a laburar de verdad. y, acto seguido, empiezo con la cantinela de "claaaaaaaa porque nosotros qué venimos a pretender si nuestra música es tan tercermundista como nuestro país y después nos quejamos de que endiosamos a gente que no tiene talento y se la dan de superstars y en el resto del mundo los mirarían con desprecio o no les darían ni cinco de bola y qué me vienen a comparar con los beatles o con floyd o con quien sea sarasazasa...."

pero cuando me siento a tocar, de repente me encuentro con cosas que..... bueno. ustedes ya saben que soy de lágrima fácil, especialmente con la música. y en ese momento les perdono todo. que se pasen de merca, que suspendan shows al segundo tema, que pretendan ser almodóvar, que sean de rosario central..... todo. para, en algún momento posterior, volver a empezar a detestarlos, por alguna razón mágica, o no tanto. y recomenzar el ciclo ambivalente.

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en medio de uno de estos ciclos, allá, hace más de una década laaaarga, me topé con un disco que hizo historia, porque elevó a su autor al olimpo del rock nacional, pero, al mismo tiempo, le cavó la fosa irremediablemente. ya, no lo piensen, simplemente recuérdenlo: ustedes también fueron a verlo en vélez? ustedes también cantaron a grito pelado el "naaaaaaaaaaaaaadie pueeeeeeeeeeeede, y naaaaaaaaaaaaaaaaaaadie deeeeeeeeeeeeebe, viviiiiir viviiiiiiiiiir sin amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!"? bueno, claro. entonces no me siento tan sola. :D

admitámoslo; el amor después del amor está plagado de temas hermosos. por suerte ya pasó hace rato la debacle post-tsunami de hits, y ya lo podemos ver con cierta distancia. y no hay nada que hacerle, es un flor de disco, de punta a punta.

mi tema preferido de ese disco, cuya versión vengo a postear (después de una semana off con mi muchacho..... jeje), no es de los super-hits, pero es una preciosura. y demuestra que ya, en esa época, al páez le estaba tirando el cine.

el tema en cuestión es la verónica. obviamente, esta versión no se parece ni un poquito al original. algunas estrofas están cambiadas de lugar, está cantado casi una octava más arriba, y está cambiado el tempo... pero creo que conserva algo de su esencia. me iba enamorando cada vez más de la letra y de la armonía con cada pasada, me moría de la emoción porque me hizo acordar a las veces que lo escuché por primera vez, y que lo toqué por primera vez, algún tiempo después.

y con cada escuchada, con cada pasada, con cada vez que poníamos el disco con las chicas mientras hacíamos trabajos prácticos, cada vez que lo escuchábamos con mi amigo nip (que es un pianista de la requeteostia, y es muy fan de fito), con cada lágrima de admiración y embelesamiento cuando nos sentábamos a orejearlo y a querer tocarlo, una simple cuestión pasaba, implacablemente, por mi cabeza:

por qué?
por qué changos estas maravillas fueron compuestas por un canaya?
eehhh?
por quéeeeee?
ellos tienen a fito, a fontanarrosa y a olmedo.
y nosotros?
a pablo y pachu, que lo parió.
(update: y damián de gran hermano, por jebús. eso sí que es terrible)
qué injusta que es la vida.